Ruta 66 Día 4

Ruta 66 Día 4: De Oklahoma a Amarillo

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Ruta 66 Día 4

Jueves 15 Octubre 2015

Comenzamos nuestra Ruta 66 Día 4 desde Oklahoma City, donde habíamos pasado la última noche.

El día anterior recorrimos los estados de Missouri, Kansas y entramos en el estado de Oklahoma, donde nos encontrábamos en ese momento.

Si el día 3 había sido de lo más divertido, éste también iba a serlo y mucho.

En el día de hoy atravesaríamos Oklahoma y nos adentraríamos en el estado de Texas, con paradas de lo más divertidas y emocionantes y donde conoceríamos a dos de las personas más interesantes de este viaje.

Posts de nuestro viaje Ruta 66 – California:

 

Nuestra Ruta 66 – Preparativos

Nuestra experiencia en Chicago

Ruta 66: Un poco de historia

Nuestra experiencia en la Ruta 66

Ruta 66 Conclusiones y Presupuesto

California Lovers

30 cosas que hacer en San Francisco

Video de nuestra aventura en la Ruta 66

Día a día Ruta 66 en vídeo

Costa Oeste Usa Vs Ruta 66

1: Rumbo a Chicago… Comienza la aventura

2: Chicago: Paseo por el Loop – Torre Willis – Millenium Park – John Hankock

3: Chicago: Skyline – Paseo Río – Magnificent Mile

4: Chicago: Maratón y últimas visitas en la ciudad

5: Ruta 66 Día 1: De Chicago a Saint Louis

6: Ruta 66 Día 2: De Saint Louis a Springfield

7: Ruta 66 Día 3: Springfield a Oklahoma City

8: Ruta 66 Día 4: De Oklahoma a Amarillo

9: Ruta 66 Día 5: De Amarillo a Santa Fe

10: Ruta 66 Día 6: De Santa Fe a Holbrook

11: Ruta 66 Día 7:Holbrook-Grand Canyon-Williams

12: Ruta 66 Día 8: De Williams a Barstow

13: Ruta 66 Día 9: De Barstow a Santa Mónica

Los Ángeles: Farmers Market

Los Ángeles: Partido NBA

14: Un día en Santa Mónica y Venice Beach

15: Un día en San Diego

16: De San Diego a Santa Bárbara

17: Un día en Santa Cruz

18: Miradores San Francisco

Barrio Chino de San Francisco

Recorrido por North Beach

Una tarde en el Pier 39 de San Francisco

19: Espeluznante visita a Alcatraz

Cruzando el Golden Gate en bici

Vuelta en tranvía y compras en Union Square

20: Tranvías de San Francisco

Un paseo por el barrio de Castro

Recorrido por el barrio de Misión Dolores

Painted Ladies en Alamo Square

Dos hippies en Haight Ashbury

Cena en North Beach y despedida

21: Vuelta a España

Oklahoma

Oklahoma City (OK) – Amarillo (TX) – 260 millas = 418 km // 3 horas 50 min

Como siempre os indico, ésta es una aproximación según Google Maps, pero hay que tener en cuenta que por Ruta 66 se tarda más que por autovía, además hay que añadir las pérdidas de tiempo de las veces que te pierdes y las paradas y el tiempo que empleas en ellas.

Total que al final sales muy temprano del hotel y llegas muy tarde al destino y muy cansado. ¡¡Pero merece la pena os lo aseguro!!

Como os iba diciendo, nos levantamos muy temprano en nuestro hotel a las afueras de Oklahoma City y fuimos a desayunar al comedor.

Decidimos no visitar la ciudad de Oklahoma City ya que no teníamos apuntado ningún punto que nos interesara demasiado y porque queríamos volver hacia atrás hasta el pueblo de Arcadia, que estaba a unos 28 min, ya que el día anterior se nos hizo tarde y no pudimos hacer esta parada.

¿Qué encontramos en Arcadia?

En Arcadia encontramos la casa de John Hargrove y la visita que más nos gustó de todo nuestro recorrido por la Ruta 66 desde Chicago a Los Ángeles, junto al City Meat Market.

Esta visita fue una inyección de energía para continuar con la ruta, nos fuimos de allí saltando de la emoción por haber pasado el rato más increíble del viaje.

Oklahoma City – Arcadia – 23 millas = 37 km // 28 min

Soda Pop 66

660 OK-66,Arcadia, OK 73007,Estados Unidos

 

En dirección a Arcadia echamos 30$ de gasolina en esta curiosa gasolinera donde tienen la Soda más grande del mundo, estos americanos no dejan de sorprendernos.

 

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Arcadia Round Barn

107 OK-66,Arcadia, OK 73007,Estados Unidos

 

De camino a la casa de John Hargrove también pudimos visitar este famoso granero con forma redonda de 1898.

 

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John Hargrove

13441 E Highway 66 Arcadia 73007

 

Como ya hemos dicho, volvimos atrás en la ruta para poder visitar la casa de John Hargrove.

No hay dirección exacta en Google Maps, pero si venís por la Ruta 66 hacia Oklahoma City, una milla antes de llegar a Arcadia, al pasar las ruinas de una casa de piedras y en una curva a derechas podemos ver su casa.

Inconfundible por el Volkswagen que asoma en la fachada.

Esta visita no la había visto en casi ningún blog, o por lo menos no me llamó la atención, pero antes de hacer el viaje vimos un documental sobre la ruta por casualidad en la tele, entrevistaban a John y me quedé con el tema.

En el libro, Victor Muntané sí que lo recomienda como parada obligatoria, así que le hicimos caso y acertamos de lleno.

Pero nuestra aventura en la casa de John Hargrove no fue fácil, llegamos muy temprano, sobre las 8 de la mañana y como era de esperar el parking estaba cerrado.

Dejamos el coche en la puerta y esperamos dentro sentados a ver si con un poco de suerte John nos recibía.

Pasaron los minutos y ahí no parecía haber movimiento. Bajamos del coche y nos asomamos un poco a ver si John nos veía y se apiadaba de nosotros.

Desde el parking ya puedes ver la cantidad de cosas de la Ruta 66 La entrada era la réplica de una antigua gasolinera, saliendo de la casa podíamos ver el famoso coche Herbie, en el parking podíamos ver las famosas flechas de la ruta.

 

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Yo sólo pensaba que por favor tuviéramos un poco de suerte y pudiéramos entrar y conocer a John y su particular museo de la ruta.

Pero el tiempo pasaba y seguíamos sin ver ningún tipo de movimiento. A la desesperada Andrés trazó su propio plan de ataque.

Si, Andrés, lo siento pero tengo que contarlo 😉

Tocó el pito suavemente un par de ocasiones. Yo me moría de la vergüenza. Íbamos a despertar al pobre hombre.

Tocamos un botón que había en la entrada por si era el timbre pero tampoco oímos nada.

Andrés volvió a salir y gritó ¡¡John!! Un par de veces. Yo me moría de la vergüenza.

Por una parte quería con todas mis ganas entrar, pero por otra parte me sabía mal despertar a John.

Milagro

Después de 40 min delante de la casa, decidimos marcharnos porque se nos iba a hacer tarde para el resto de visitas del día.

Y justo en ese momento cuando nos metimos de nuevo en el coche, milagrosamente la puerta del parking comenzó a abrirse.

¡¡No os podéis imaginar qué momentazo de subidón vivimos!! ¡¡Yo gritaba!!

Todavía puedo recordar ese momento y la sensación que sentí cuando vi que la puerta se abría. ¡¡Qué fuerte!!

Entramos dentro con el coche y lo aparcamos.

John nos recibía con su café y su perro Shiva. Lo primero le pedimos disculpas porque habíamos ido muy pronto y él nos dijo que no pasaba nada que estaba despierto porque la perra quería pasear.

Nos preguntó de dónde veníamos y nos invitó a pasar a su casa.

 

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John Hargrove

John Hargrove es un hombre procedente de Oklahoma, creo recordar que nos comentó que era del mismo Arcadia, de más 70 años que era mecánico y piloto de aviones y cuando se jubiló lo vendió todo para dedicarse a la Ruta 66 y promover su paso por esta pequeña localidad del estado de Oklahoma.

Había comprado ese terreno y se había dedicado por completo a construir su propio museo de la ruta y os puedo decir que era una antigua pasada.

Entramos en la nave, ya que su casa estaba en otra parte del terreno, y lo primero que nos encontramos es una especie de taller donde John tiene varios coches que nos comenta que está arreglando.

 

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Y pasamos a otra habitación donde John tiene algún coche antiguo, una vespa blanca preciosa y nos explica como está restaurando los coches.

En ese momento estaba restaurando los asientos de piel de uno de ellos y nos estaba contando el proceso.

 

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Un auténtico museo de la Ruta 66

Cada rincón de ese lugar nos recordaba algún punto de la Ruta 66, había tantas cosas para fotografiar que no daba a basto.

Como sabíamos que John era un aficionado de las maratones y carreras de 100 millas y Andrés también corre maratones, le preguntamos un poco por ese hobbie, y fue en ese momento cuando Andrés y él congeniaron a la perfección.

John le contaba a Andrés todas las maratones y carreras de 100 millas que había corrido, nos enseñaba las medallas y fotos y carteles conmemorativos de cada carrera que tenía por las paredes, yo mientras curioseaba todos los rincones y hacía miles de fotografías.

 

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Entonces John nos invitó a pasar a la siguiente sala y cuando abrió la puerta y entré no pude alucinar más con todo lo que ví.

Era un auténtico museo de la Ruta 66, el bueno de John había creado la Ruta en su propia casa.

Tenía un barra con mesas y sillas de típico bar de la ruta, un cine con asientos y pantalla, un tepee indio en honor al hotel Wigwam, carteles de diferentes puntos de la ruta como las cavernas de Meramec y el This is It.

No daba crédito a lo que veían mis ojos y no podía parar de gritar ¡¡Ooooooohhhh!! ¡¡Amazing!! Para que me entendiera.

Le habría dicho tantas cosas pero es que no me salían las palabras y menos en inglés.

Una auténtica pasada lo que tenía montado ahí.

 

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Libro de firmas

Después de visitar cada rincón de esa habitación fuimos a la parte de la entrada donde estaba por fuera la antigua gasolinera y donde John nos indicó que firmáramos en el libro de firmas en nuestro idioma y nos dio unos mapas.

Herbie

Y cuando pensaba que ya no podía alucinar más, entonces me dijo que íbamos a subir arriba a ver a Herbie, el Volkswagen, y que me podía sentar en él mientras me hacían la foto desde la terraza.

¿Perdón? ¿He oído bien? ¡¡Siiiiiii!! ¡¡Estaba pasándomelo bomba!!

Y para allí que nos fuimos a ver a Herbie y hacernos unas cuantas fotos desde la terraza.

¡¡Increíble de verdad!! ¡¡Sólo quería gritar de felicidad!!

 

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Inolvidable

Fue tan divertido.

Podéis pensar que estoy loca pero ahora mismo mientras escribo y recuerdo lo que vivimos, se me está cayendo una lágrima sólo de recordar este momento y de pensar que pudimos conocer a una gran persona.

Todavía quedan personas buenas que hacen cosas buenas sin esperar nada a cambio.

No sé que supuso para John esa mañana, pero para nosotros fue un momento que nunca olvidaremos y nos alegró el día y todo nuestro viaje por la Ruta 66.

Mientras yo seguía sentada en el fantástico Herbie haciendo como que conducía, Andrés y John seguían con su tema de las carreras.

Pude ver la mirada de John emocionado mientras contaba todas sus batallas, sin duda la visita de Andrés le había alegrado también el día.

Se le veía feliz, mientras recordaba cada carrera y nos contaba sus batallitas.

 

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Nos contó miles de historias de carreras, una de ellas atravesó Death Valley, en otra se cayó por la montaña y se le rompió el pantalón, tuvo que ir con una malla de estampado de leopardo que le dejaron para que no se le viera el culete y nos enseñaba una foto con ese pantalón de leopardo.

Tenía la casa llena de medallas y fotos de todos sus logros.

 

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Un señor muy grande.
Después salimos al jardín donde podemos ver la T2 de Cars y un terreno donde tenía una especie de hotel abandonado de la ruta.

 

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Triste despedida

Estuvimos hablando un buen rato más con él en la puerta, no nos queríamos ir.

John nos contó que no tenía mujer ni hijos y yo me puse triste.

¿Quién iba a continuar con la labor de John Hargrove cuando él muriera?

Éstas cosas no pueden morir, deben seguir en la ruta.

¡¡Andrés he pensado que podíamos comprar ese terreno y seguir con la historia de la ruta!!

Nos comentó que en unos cuatro años quería dejar el lugar porque ya estaba mayor. Pensé en lo afortunada que había sido de haber podido conocerlo.

 

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Curiosidades

Lo más curioso de todo es que John nos comentó que no había hecho la Ruta 66 entera y muchos de los lugares que representaba en su propiedad no los había visitado, le gustaba la ruta por lo que significaba para el país, por eso se animó a promocionarla y evitar que la leyenda muriera.

Le dejamos una buena donación en un bote que tiene en la barra del bar por el gran momento que habíamos pasado con él y lamentándolo mucho nos despedimos de John y continuamos nuestro camino.

No queríamos irnos, pero la Ruta 66 Día 4 tenía que continuar y volvíamos a ir con el tiempo justo después de la hora y media que habíamos estado con John.

Siento ser tan pesada y enrollarme tanto pero me he puesto a recordarlo y no puedo parar de escribir y contar todo lo que vivimos.

¡¡No podéis hacer la Ruta 66 y perderos este fantástico lugar!!

Con mucha pena seguimos nuestro camino por la Ruta 66 Día 4 y continuamos por un atajo que John nos había comentado que conocía muy bien esta zona de Oklahoma, teníamos que coger la 28 hasta Yukon.

 

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Y el siguiente punto del día era el museo de la ruta en la población de Clinton.

NOTA: En el estado de Oklahoma se hace más complicado seguir la ruta porque las señales escasean. Hay que estar muy atento.

Vuelos

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Arcadia (OK) – Clinton (OK) – 106 millas = 170 km // 1 hora 40 min

Pasamos antes por el pueblo de El Reno.

 

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Aquí tuvimos un poco de confusión para ir por la Ruta 66 y el puente amarillo Pony Bridge, lo vimos desde la autovía porque nos pasamos la salida, la ruta iba bastante paralela a la autovía en estos tramos.

En Hydro podemos encontrar Lucille´s Service Station, otra gasolinera antigua de la ruta, pero ya no paramos porque íbamos con más prisa.

Y llegamos al pueblo de Clinton donde visitamos el famoso museo de la ruta por 10$ de los dos.

El museo está genial, vas pasando por diferentes salas donde te van explicando la historia de la ruta y donde puedes comprender mejor el motivo por el que estás haciendo este viaje.

Lo que me ayudó mucho para el post de la historia de la Ruta 66, que si no habéis leído os recomiendo.

 

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En la tienda de souvenirs también compramos algo y estuvimos hablando con una simpática mujer que fue la que nos comentó que en el estado de Oklahoma faltaba la señalización de la ruta ya que la gente se dedica a robar los carteles.

Señores ladrones… No roben carteles… Que nos las estamos viendo mal 😉

Elk City

Siguiente punto de la Ruta 66 Día 4 era Elk City.

Sin mapas, con pocas señales, con un gps que quería llevarnos por la autovía y sin la app que descubrimos al volver del viaje Road Trip 66, nos dirigimos al siguiente punto.

El libro de Victor Muntané decía que había que estar atento ya que la ruta seguía por un tramo a la derecha antes de incorporarse a la I-40 y que había que pasarla por debajo y ahí vais a cambiar cuatro y cinco veces de lado de la autovía cruzándola continuamente, además indica que si te pasas el desvío y te vas por la I-40 hay que salir en la salida 61 para coger la ruta de nuevo.

¿Es para liarse o no? Si Victor te da la opción por si te pierdes, supongo que será porque es fácil perderse.

Clinton (OK) – Elk City (OK) – 28 millas = 45 km // 27 min

National Route 66 Museum

2717 W 3rd St,Elk City, OK 73644,Estados Unidos

 

En Elk City encontramos otro interesante museo, donde podemos ver un escenario con casas, donde puede entrar y comenzar la visita del museo.

Como ya habíamos visto el anterior decidimos ya no entrar en éste pero si hacernos la foto de rigor con el enorme cartel de la Ruta 66 que hay en la entrada y que le aporta este toque característico.

 

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Victor indica en su libro que hay un tramo en el que la carretera parece que siga pero está cortada, ya os digo yo que la Ruta 66 por el estado de Oklahoma es de todo menos fácil.

Supongo que con mapas y la app os resultará más fácil, así que no os lo olvidéis.

Podemos ver como poco a poco los bosques y el color verde va a ir dejando paso al color amarillento y seco. Nos estamos acercando a Texas vaqueros.

Paramos a comernos unas hamburguesas en este pueblo pero no recuerdo el nombre del sitio.

Elk City (OK) – Sayre (OK) – 18 millas = 28 km // 21 min

Spirit of the West

302 E Main Street Sayre

 

En la ciudad de Sayre podemos visitar este simpático búfalo que fue donado en 2007 durante el Centenario de la ciudad.

 

Ruta 66 Día 4

 

Siguiendo nuestra Ruta 66 Día 4 nos acercamos a otra de las grandes paradas del día y de todo el recorrido de la Ruta 66 el City Meat Market en Erick.

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Sayre (OK) – Erick (OK) – 15 millas = 24 km // 16 min

Erick es una ciudad casi fantasma pero muy defensora de sus edificios históricos y donde podemos encontrar un museo en honor a Roger Miller, además del edificio más antiguo del pueblo, el cual junto a la casa de John Hargrove fue nuestra parada preferida de la Ruta 66.

 

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City Meat Market

Este lugar lleno de placas y recuerdos de la Ruta 66 es el hogar de Harley, un redneck de 70 años que desde hace más de 30 años recibe a viajeros y hasta hace pocos meses lo hacía junto a su esposa Annabelle.

Para entender un poco mejor el concepto redneck hemos mirado la definición que viene en Wikipedia.

Redneck

«Redneck es el término utilizado en Estados Unidos y Canadá para nombrar el estereotipo de un hombre blanco que vive en el interior de aquel país y tiene una baja renta. Su origen se debe al hecho de que por el trabajo constante de los trabajadores rurales en exposición al Sol acaban quedando con sus cuellos enrojecidos (del inglés red neck, «cuello rojo»). Hoy en día se suele utilizar para denominar de manera peyorativa a los blancos sureños conservadores»

 

Él mismo te invita a su casa refiriéndose al Castillo de un redneck.

A diferencia de la visita a la casa de John Hargrove, sobre el City Meat Market si que habíamos leído muchas cosas en blogs y páginas y era una visita que nos hacía especial ilusión ya que era una visita dinámica y divertida y Harley era un tío lunático, divertido y amante de la Ruta 66.

Pero como nos pasó por la mañana todo no empezó como creíamos.

 

 

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Llegamos a Erick y nos fuimos directos a City Meat Market con las ganas de conocer a Harley y comprobar por nosotros mismos todo lo que habíamos leído sobre esta visita.

Por fuera el sitio ya prometía mucho. Por cierto también sale en la película Cars, es la tienda de souvenirs.

 

Entramos en City Meat Market

Abrí la puerta con una mezcla de emoción y miedo, no sé por qué soy así de rara, una mezcla entre asustada y decidida.

Y cuando entro veo el interior del local lleno de cosas, no cabía nada más…

 

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Y allí veo a Harley sentado en una silla con las piernas estiradas sobre otra silla y mirando el móvil callado.

Saludamos y Harley nos mira, nos pregunta de dónde somos y nos da la bienvenida a América.

Como no decía nada más, a mí se me ocurre preguntarle si estaba sólo.

A lo que me contesta que sí, que estaba solo y me pregunta si yo veía a alguien mas.

¿Cómo? Mi pregunta era un poco tonta pero tampoco era para tanto ¿vale?

Damos una vuelta por el interior del lugar, mientras Harley no nos hace ni caso y sigue mirando su móvil como si nosotros no estuviéramos.

¿Dónde estaba esa simpatía que tanto habíamos leído en foros?

Seguimos recorriendo cada rincón del lugar casi todo relacionado con la Ruta 66, habían placas, carteles, fotos, guitarras, pancartas, es que no cabía nada más. Yo no sabía ya dónde mirar de tantas cosas que había.

Pero el momento era un tanto incómodo, nosotros dando vueltas y Harley mirando el móvil como si no le importáramos lo más mínimo.

Todo era silencio, fue una situación algo incómoda. Tanto que Andrés me dijo que nos fuéramos ya, que no hacíamos nada ahí y que no le iba a dejar nada de propina 😉

Esta foto refleja la situación en la que nos encontrábamos.

 

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Pensé que era el momento de irnos y me puse triste porque todo el mundo hablaba maravillas de esta parada y nosotros no habíamos tenido suerte ese día.

No todo es como empieza

Y de repente Harley dejó el móvil y se puso a hablar con nosotros.

Llevaba puesto el típico mono vaquero con camiseta roja, el pelo canoso con coleta y barba, ojos azules y le faltaba algún diente.

Poco a poco se va animando y empezó a sacarnos varias placas de la ruta entre ellas una placa oxidada original de los primeros años de ruta y nos cuenta la historia de cada placa.

Ya os dije que en el estado de Oklahoma escaseaban las placas, yo creo que estaban todas aquí 😉

Además nos decía que la cogiéramos y nos hiciéramos fotos con ella, él nos iba diciendo dónde había que ponerse para que saliera la mejor foto.

 

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La mujer de Harley

No enseñó varios carteles y nos dijo que los pintaba su mujer Annabelle, la cual había fallecido hacía tan sólo unos meses, ellos estaban muy unidos y siempre iban juntos a todas partes, recibían a los viajeros en Erick y compartían la misma pasión por la Ruta 66.

Se notaba en sus ojos la tristeza por la falta de su mujer además de la devoción que sentía por ella, en cualquier conversación siempre salía ella y se le llenaba la cara con una sonrisa solo de recordarla.

Harley nos contó que le gustaba mucho la música y la guitarra española, le gustaba mucho Paco de Lucía y un grupo español que se llamaba Los Romeros..

¡¡Ahí es nada!! Nos enseñó varias guitarras y varios cds de música que tenía.

 

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Nos contó tantas cosas.

Actuación de Harley

Y así de repente nos dijo que nos sentáramos en las sillas que nos iba a cantar la canción de la ruta «Get your kicks on the Route 66»

Y ahí sentados en las sillas estábamos alucinando con la actuación de Harley con su guitarra bailando, cantando y dándolo todo.

Momentazo donde los haya 😉

 

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La casa de Harley

Después Harley nos invitó a ver su casa que estaba justo detrás del City Meat Market, y allá que fuimos.

La casa ya por fuera es un auténtica feria de placas metálicas, yo no sé como podía tener tantas placas.

 

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Nos enseñó la última que había comprado y nos dijo que la quería poner en el tejado.

La casa por dentro era para verla, es que no hay palabras que puedan describir lo que vimos allí. No cabían más cosas en ningún rincón de la casa.

En cada habitáculo de la casa Harley se paraba y posaba para la foto y nos decía que grabáramos e hiciéramos todas las fotos que quisiéramos.

 

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Harley

La verdad que es una visita que me dejó impresionada. Y Harley es un personaje donde los haya.

Puede parecer un tanto lunático, pero es muy buena persona y pesar de los primeros minutos, que yo creo que formaban parte de su papel como personaje de la Ruta 66, nos llevábamos una grata experiencia de nuestro paso por City Meat Market y hablamos con Harley de muchas cosas tanto que nos dio pena despedirnos de él, fue una visita muy interesante y divertida.

Me quedo con el lado divertido y lunático de Harley, pero también con su lado más humano, con esa persona que, a pesar de la falta reciente de su mujer por la cual sentía auténtica devoción, seguía recibiendo a viajeros de todo el mundo y compartiendo un trocito de su mundo con su mejor sonrisa.

Esto es un trocito más de la Ruta 66….

Ah y Harley nos dijo que lo agregáramos en Facebook y así hicimos, es nuestro amigo y de vez en cuando nos acordamos de él cuando nos da un me gusta.

Amigo de Harley

Cuando volvimos a City Meat Market había un señor esperando en la puerta y hablando con él resultó ser Frank Kocevar, el dueño de una tienda de Seligman donde Andrés se había hecho esta foto en nuestro viaje a la Costa Oeste de 2013.

 

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Nos contó que había vendido la tienda, pero cuando pasáramos por Seligman que le llamáramos y nos dio una tarjeta para que le mandáramos la foto a su mail.

Después de hacernos las fotos de rigor con las placas en la puerta del City Meat Market y haber pasado cerca de hora y media con Harley, continuamos nuestro camino con mucha pena pero con un subidón increíble.

 

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Tras haber conocido a John Hargrove y Harley, la Ruta 66 se había convertido en una experiencia que estaba superando con creces nuestras expectativas.

Puedo sentir ahora mismo ese sensación de satisfacción, felicidad, alegría y ganas de gritar y saltar por la calle.

Esa sensación que solo sentimos cuando nos lo estamos pasando bomba y que me pasa muy a menudo en los viajes.

¿Sabéis de que os hablo verdad?

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Cambiamos de estado

Nuestro camino nos llevaba a poca millas a Texola donde dejamos atrás el estado de Oklahoma y alcanzamos el estado de Texas.

¡¡Yeeeeeehaaaaawwwww!!

En este tramo podemos encontrar otra placa conmemorativa de Will Rogers.

 

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Texas

En el libro de Victor Muntane nos indica que el paso por este estado se caracteriza por tener escasas señalizaciones de la ruta.

Además solo quedan 150 millas de ruta de las 178 millas originales y parte de ella se encuentran paralelas a la I40.

Curiosamente es el único estado en el que no pone el nombre en los carteles, es decir, no pone Route 66 Texas si no que pone Old Route 66.

 

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Victor advierte de que hay que estar muy atentos para poder seguir la ruta.

Pues si en Oklahoma nos las hemos visto mal no te quiero contar nuestra cara cuando leímos esto.

Andrés que llevaba cuatro días conduciendo no me dejaba conducir a mí, en este viaje el peor papel es el del copiloto.

Tienes que ver el gps que sirve de poco, leer el libro de la ruta, seguir las indicaciones de los carteles, hacer fotos y vídeo, controlar la música, estar muy atenta a los carteles y los cruces para continuar en la ruta y encima si te pierdes tienes toda la responsabilidad y te echan la bronca 😉

Hacer tantas cosas a la vez solo está en manos de algunos elegidos y Andrés no quería ser uno de ellos. Así que todas las mañanas se agenciaba las llaves del coche y no me dejaba cogerlo para que fuera yo la que se encargara de hacerlo todo.

La siguiente parada de nuestra Ruta 66 Día 4 y la primera del estado de Texas sería en el pueblo de Shamrock.

Erick (OK) – Shamrock (TX) – 23 millas = 37 km // 25min

La primera gran ciudad en la ruta en el estado de Texas donde podemos encontrar la estación de servicio más bonita de la ruta y que también podemos encontrar en la película Cars.

Tower Conoco Station

1242 N Main St,Shamrock, TX 79079,Estados Unidos

 

Esta antigua gasolinera conserva ese toque del estilo Art Decó y combina los detalles geométricos con luces de neón.

La verdad que esta gasolinera es muy bonita, a mí me encantó.

 

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La ruta sigue paralela a la I40 en este tramo.

 

Shamrok (TX) – McLEan (TX) – 21 millas = 33 km // 21 min

Este pueblo parece sacado de una película de miedo, nadie por la calle, coches y edificios antiguos y este hotel abandonado que le dio aún más rollito al lugar.

 

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En este pueblo tenemos un museo de la Asociación de la Ruta en Texas pero no teníamos tiempo y tampoco nos interesaba mucho.

Continuamos nuestro camino y en Alanreed podemos ver el cementerio más antiguo de la ruta pero no entramos porque teníamos prisa y queríamos llegar a Amarillo antes de que anocheciera.

En la salida 124 podemos ver la torre de agua inclinada Leaning Water Tower.

 

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Y en Groom podemos ver una espectacular cruz de 70 metros de altura, pero la vimos desde la carretera ya que no era algo que nos interesara demasiado e íbamos con prisa.

McLEan (TX) – Conway (TX)

No me aparece en Google Maps pero aquí podéis encontrar The Bug Farm.

The Bug Farm

No sale la dirección en Google Maps y la verdad que tuvimos que dar unas cuantas vueltas para encontrarlo, al final es lo que más hicimos en el viaje, dar vueltas. Pero oye se nos daba bien porque al final acabábamos encontrándolo.

The Bug Farm es una granja donde podemos encontrar cinco Volkswagen Escarabajo semi enterrados en el suelo emulando a los que encontraremos en Cadillac Ranch.

El entorno es único porque estamos totalmente solos además el sol estaba ya bajando y la luz era espectacular.

 

 

Ruta 66 Día 4
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Aprovechamos para grabar y hacernos fotos chulas.

 

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Pero, después de un rato de risas, tenemos que irnos ya que queremos llegar a Cadillac Ranch antes de anochecer.

Coches

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Groom (TX) – Amarillo (TX) – 44 millas = 70 km // 45 min

Ya estamos casi en la mitad de la ruta y vemos como el paisaje pasa de ser verde a convertirse en seco y de color amarillo, de ahí el nombre de esta localidad.

Hicimos una parada rápida en el famoso restaurante Big Texan, al que iríamos en un rato para cenar y continuamos el camino hasta el famoso Cadillac Ranch, un punto que también nos hacía especial ilusión en nuestra Ruta 66 Día 4.

 

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Cadillac Ranch

I-40 Frontage Rd,Amarillo, TX 79124,Estados Unidos

 

Ruta 66 Día 4 Ruta 66 Día 4

 

Saliendo de Amarillo nos encontramos con esta parada más que obligatoria.

Se trata de 10 Cadillac, modelos entre 1949 y 1964 semi enterrados en la tierra y con un color característico gracias a las pintadas con spray.

Su inauguración fue en 1974 y la idea surgió de varios artista de la época y fue financiada por el excéntrico millonario de Amarillo, Stanley Marsh III.

Se trata de un homenaje a la cultura estadounidense del automóvil junto a la mítica y legendaria Ruta 66.

Durante los años 50, el Cadillac se presentaba en anuncios como el mejor del mundo y para los americanos que disfrutaban de una bonanza económica tras la guerra era un símbolo de status.

Si veías a alguien en carretera conduciendo un Cadillac era más que evidente que esa persona había triunfado en la vida.

En Cadillac Ranch eran estos sueños los que quedaban enterrados en el suelo a 2,5 metros de profundidad orientados hacia el Oeste como las pirámides de Keops en Egipto.

Que mejor manera de conseguir repercusión que colocarlo en la Calle Mayor de América, en la Ruta 66.

Por ello Cadillac Ranch estará para siempre vinculado con ese lugar tan mítico, mágico y místico que es la Ruta 66.

Aunque no fue su intención cuando se creó, el Cadillac Ranch refleja la tumba de la en su día poderosa industria automovilística norteamericana.

No os podéis ir de allí sin hacer vuestra aportación con spray.

Estuvimos viendo el atardecer en este espectacular lugar y haciéndonos fotos, muchas fotos.

 

Ruta 66 Día 4 Ruta 66 Día 4  Ruta 66 Día 4

Spray en Cadillac Ranch

Una mujer me dejó su spray y pudimos hacer nuestras pintadas, aunque yo no sabía ni lo que hacía. Con mis nervios y mi ansia propia de estar en un lugar en el que me lo estoy pasando bomba, no doy abasto a hacer todo lo que quiero hacer y además quiero gritar y no puedo porque hay más gente.

Más que dibujar lo que hice es manchar a otras personas con el spray porque había viento, así que fue Andrés el que puso nuestros iniciales.

 

Ruta 66 Día 4 IMG_8351

 

Y cuando el sol desapareció por completo nos despedimos de aquel mágico lugar con una gran sonrisa y sabiendo que al día siguiente antes de partir de Amarillo volveríamos a venir.

Antes de ir a cenar fuimos a un supermercado a comprar spray para mañana volver a Cadillac Ranch.

En la entrada vi los botes de colores y cogí dos, parecía evidente que una tienda estando tan cerca de Cadillac Ranch venderían spray para los turistas ¿verdad?

Pues mañana comprobaríamos que no era así.

En la tienda pudimos comprobar que en Texas ya íbamos encontrándonos con gente latina que hablaba español y manteníamos conversaciones con ellos.

Y sin pasar por el hotel nos fuimos a cenar al Big Texan.

Big Texan Steak Ranch & Motel

E,7701 Interstate 40 Access Rd,Amarillo, TX 79118,Estados Unidos

 

Este famoso restaurante de carne fue inaugurado en 1959 y se ha hecho famoso por su oferta de un trozo de carne de dos kilos totalmente gratis si eres capaz de comértelo con la guarnición en menos de una hora, además estás sentado en una especie de tarima donde te ve todo el restaurante.

Durante toda la ruta comentábamos en el coche que nos íbamos a sentar a hacer el reto y Andrés estaba muy motivado, aún sabiendo que no se lo iba a comer claro.

Pero cuando llegamos allí y vimos tanta gente nos acobardamos un poco y no nos sentamos, aunque la verdad hubiera estado bien.

La pena es que cuando estuvimos nosotros nadie se animó a hacer el reto y no pudimos verlo.

Nos pedimos unos buenos chuletones con guarnición y patatas fritas por 78$ con propina incluida y he de decir que estaban de muerte, y eso que a mí no me suele gustar mucho este tipo de carne.

 

Ruta 66 Día 4 Ruta 66 Día 4 Ruta 66 Día 4

 

Muy recomendable comer o cenar en el Big Texan.

Y ya con el estómago lleno nos fuimos a nuestro hotel Fifht Season Inn & Suites por 52 euros la noche.

 

Ruta 66 Día 4

Gran día

Tocaba descansar después de un día ALUCINANTE en el que habíamos conocido a dos grandes de la Ruta 66 y nos lo habíamos pasado BOMBA.

¡¡Yo me fui a dormir con una sonrisa de oreja a oreja!! ¡¡Y pensando en todo lo que quedaba por venir!!

PD: Os acordáis que os conté que nos dejamos los champús en Chicago y tuvimos que comprar nuevos. Pues yo no sé qué pasaba que el pelo lo llevaba muy grasiento, cada día más.

Yo normalmente me lo lavo cada dos días pero lo tenía tan sucio y grasiento que me lo lavaba todos los días y cada vez era peor, me daba hasta asco tocarme el pelo.

Pero ya descubriremos el por qué.

¡¡Hasta aquí nuestra Ruta 66 Día 4!!

Esperamos que el post os haya servido de ayuda para planificar vuestro viaje.

Recordad que podéis vivir una experiencia única gracias a nuestros viajes a medida y aventuras en grupo en Traveling Soul. Creamos viajes con alma, viajes auténticos para vivir la verdadera esencia del destino.

Muchas gracias por leernos,

Majo
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