Yogyakarta en un día – Recorrido

Día 2 Yogyakarta

Recorriendo Yogyakarta en un día

Domingo 10 Julio 2016

Después de nuestro primer día de viaje y 24 horas de vuelos y aeropuertos, llegamos a Jakarta donde nos levantaríamos temprano para comenzar la segunda jornada del viaje, en la que recorreríamos Yogyakarta en un día.

Vuelo interno a Yogyakarta

Como ya contamos en el post del primer día, nos acostamos a las 21:30 muy cansados después de todo el viaje.

Pero nuestro querido amigo el jetlag nos despertó a las 23:30, sólo dos horas después de que nos durmiéramos.

A las 3:30 teníamos el shuttle del hotel al aeropuerto ya que el vuelo con destino a Yogya salía a las 6 de la mañana.

En 25 min llegamos al aeropuerto, facturamos las mochilas en el mostrador de Air Asia y desayunamos en Starbucks.

A las 6:00 de la mañana salía el vuelo y en una hora estábamos en Yogya.

Podéis consultar el post de preparativos de viaje y la guía completa de Yogyakarta.

Llegada a Yogya

Nada mas salir del avión fuimos a recoger las mochilas y ya notamos el ambiente más relajado de esta ciudad. Un aeropuerto más pequeño y más familiar.

Una vez con las mochilas salimos del aeropuerto para llevar a cabo nuestra primera misión, regatear un taxi para llegar al hotel.

Nada más salir, había un puesto de taxis donde nos pedían 200mil rupias por llevarnos. El precio nos pareció muy caro por lo que habíamos leído y nos acercamos al parking.

Un taxista, que era de la misma compañía, nos preguntó y conseguimos que nos llevara por 70mil rupias (4,80 Euros)

Llegamos al hotel Aloha, nuestro hotel en Yogya, e hicimos el check in. Podéis consultar nuestros hoteles en el viaje a Indonesia.

Hotel Aloha

Estuvimos hablando con la chica de recepción y el dueño, que nos comentó que era francés pero había nacido en Málaga, donde tenía casa, aunque no hablaba muy bien español.

Nos dieron mucha información sobre el transporte a Prambanan y Borobudur ya que ofrecían servicios.

Además, nos contaron cuál era la mejor forma para ir a Semarang. Al día siguiente teníamos que ir a esta ciudad para coger el vuelo con dirección a Borneo.

Nos comentaron que había unas mini vans que llevaban a Semarang por 90mil rupias. Llamaron a la oficina para confirmar horarios y precios ya que estábamos en el final de Ramadán y todo se colapsa en el país.

Con un conductor privado nos salía más caro.

La otra opción era el bus público pero aunque era más barato, tardaba mucho más.

Una vez teníamos toda la información, dejamos las mochilas en la habitación y nos fuimos a comenzar nuestro recorrido por Yogyakarta en un día.

Yogyakarta en un día

Salimos a la calle Prawirotaman donde hicimos nuestro primer cambio de moneda, ya que el día anterior habíamos cambiado lo justo en el aeropuerto para ir al hotel.

En todas partes encontraréis agencias de cambio de moneda, sólo es cuestión de fijarse en la que ofrece el mejor cambio.

La calle Prawirotaman era una calle estrecha, coqueta, llena de restaurantes y con mucho ambiente pero a la vez tranquila.

Cogimos un becak por 25mil rupias para acercarnos al centro de Yogya. Pero antes nos dejó en DayTrans donde compramos los billetes para ir a Semarang el día siguiente.

Os explicaré todo más detenidamente en el post sobre el traslado de Yogya a Semarang.

La primera parada del día sería el Palacio del Sultán.

Nuestro primer viaje en becak fue de lo más divertido. ¡¡El tráfico una locura!! ¡Como siempre en Asia!

Nota:

Para ir de un sitio a otro utilizamos la App Maps.me y viene muy bien. No hace falta llevar mapa porque esta aplicación es offline, no necesitas datos y te lleva al fin del mundo.

Palacio de Sultán o Kraton

Entrada: 12.500 rupias (0.85 Euros)

Cámara: 1.000 rupias (0,07 Euros)

Horario: Todos los días de 8:00 a 13:30 menos los viernes hasta las 12:00

En el precio se supone que va incluido un guía que te enseña el palacio. A nosotros no nos dijeron nada y entramos solos, pero al entrar conocimos un grupo de españolas que iban con una guía en español y nos unimos a ellas.

Aunque al rato nos cansamos y nos fuimos a nuestra bola.

El Kraton es un recinto amurallado donde residen más de 25mil personas, mil de ellas trabajan para el sultán y dentro de este recinto encontramos mercados, tiendas, artesanía, batik, escuelas, mezquitas…

El grupo de edificios más privados es donde reside el sultán y se construyó entre 1755 y 1756. Es uno de los ejemplos más perfectos de arquitectura javanesa, compuesto por lujosos vestíbulos y patios.

La guía nos contaba cosas sobre el actual sultán, su  hermosa mujer que fue modelo y sus hijas…

Entramos por varios patios y vestíbulos donde nos iba contando la historia de la ciudad y donde podíamos entrar en las salas que eran diferentes museos, vinculada al imperialismo holandés. Indonesia fue colonia holandesa.

Cabe destacar el precioso Pabellón Dorado.

El Kraton es el centro cultural y político de la ciudad de Yogya. Y aunque, está todo un poco desordenado, no está de mas hacer una visita para conocer un poco más sobre la historia de la ciudad de Yogya.

Taman Sari

Entrada: 15mil rupias

Horario: 8:00 a 15:30

El siguiente punto en nuestro recorrido por Yogyakarta en un día era Taman Sari.

Fuimos andando y descubriendo nuevos rincones de Yogya.

Esta ciudad nos gustó mucho. Tranquila pero con ambiente, familiar, buena gente y mucho color.

Taman Sari se encuentra al suroeste del Kraton y en su día sirvió como área de recreo y ocio para el sultán, donde se celebraban fiestas en los jardines y las piscinas.

Nada más entrar nos cogió por banda un local que nos hizo de guía.

Andrés me dice que me enganchan a mi siempre porque me ven la cara de ilusión y saben que pueden ir a por mí 😉

La verdad que estuvo genial porque nos explicó muchas cosas sobre el complejo, el cual estaba en ruinas por las guerras y terremotos.

Este complejo compuesto por parques, canales, estanques, jardines y piscinas era usado por el sultán para todas sus actividades de ocio.

Además, el guía nos llevó por los pasadizos que conectaban con el palacio y servían también como escondite.

Pudimos ver la técnica de batik, una forma de teñir la ropa mediante capas de cera que consiguen un efecto de líneas quebradas.

Pudimos entrar en una tienda donde vimos muchas telas y cuadros realizados con la técnica del batik.

Llegamos a la zona de las piscinas donde el guía nos explicó que el sultán salía al balcón para saludar a todos los integrantes de las fiestas.

Después pasaban a la zona de la piscina donde las mujeres estaban dentro del agua y él desde el primer piso elegía a las que se irían con él a la piscina anexa y a sus aposentos, donde pudimos ver la habitación y la cama.

El recinto estaba en ruinas pero la zona de las piscinas es muy bonita.

Barrio Kraton

Los alrededores del barrio del Kraton y Taman Sari están repletos de calles muy coquetas con casas de colores pastel y arte urbano.

Merece la pena dar una vuelta por esta barrio.

Hacía mucho calor y el cansancio después de haber dormido solo dos horas, lo empezamos a notar.

El guía no paraba de contarnos cosas y Andrés cada vez se estaba agobiando más del cansancio.

Así que decidimos darle una propina al buen hombre y seguimos con nuestro camino.

La verdad es que nos vino genial porque nos contó muchas cosas.

Malioboro

El siguiente punto en el recorrido por Yogyakarta en un día, era la calle Malioboro, la principal arteria comercial de Yogya y donde podemos ver concentrados todos los puntos fuertes de esta ciudad.

Hay tanto alboroto y ambiente que puede resultar abrumadora. Pero mola porque está muy viva y llena de color.

Dimos una vuelta por las tiendas y los puestos de comida. En la calle Malioboro todo el mundo come por la calle.

Nuestra idea era comer por allí pero al final decidimos volver a la zona del hotel para descansar antes de nuestra visita a Prambanan.

Comida en Prawirotaman

Volvimos en becak a la calle Prawirotaman y comimos en Easy Goin por 120mil rupias (8,40 Euros), mucho más tranquilos que en Malioboro.

Aunque nos hubiera gustado comer en Malioboro, hicimos bien en hacerlo cerca del hotel.  Así pudimos dormir 45 min antes de irnos a Prambanan.

La verdad que estábamos muy cansados, sólo habíamos dormido dos horas después de la paliza de viaje de España a Indonesia.

Así que después de comer nos fuimos al hotel y nos acostamos 45 min.

¡¡Cuando sonó el despertador queríamos morir!!

Pero teníamos que levantarnos.

Tocaba la visita al templo Prambanan al atardecer.

¡¡Hasta aquí nuestro recorrido por Yogyakarta en un día!!

Os dejo el video del segundo día.